En
mis mas de cien reflexiones he escrito de muchas cosas, de muchos
sentimientos, de personas importantes en mi vida, de deportes, de la
familia, de los amigos, etc...y siempre he querido ponerme a escribir en
donde todo eso que escribo se hace realidad cada día, por eso este
escrito de esta noche prácticamente madrugada aquí en mi silla y delante
de mi ordenador va por mi ciudad, mi tierra, mi Almería.
Me ha visto nacer y crecer durante mis 31 años, me vió dar mis primeros pasos por las aceras del parque Nicolás salmerón de la mano de mis abuelos, donde ya de pequeño divisaba el puerto pesquero donde he ido tantas veces de pequeño a pescar con mi padres y donde se puede ver el cable ingles, ese cargadero de mineral visitado y querido por mucha gente. También de pequeño paseé por las aceras de la catedral, esa fortaleza cristiana santo y seña de los que creemos que mas haya de esta vida nos espera un cielo con todos aquellos que nos han ido dejando y donde descansaremos en paz para siempre. Allí cerca de la catedral fue donde viví hasta que tuve un año y me traslade del centro a lo que empezaba a ser una nueva zona de grandes edificios llamada ahora nueva Andalucía pegada a la Avenida Mediterráneo, esa avenida travesía hacia arriba de tantos partidos en el Juan Rojas o las horas en el Hospital, y desde hace unos años camino del Alcampo entre compras y cines, la misma travesía hacia abajo que nos llevaba al Zapillo donde disfrute de mis primeros baños en el mediterráneo jugando con la arena de una playa que lleva mojando los sueños de las gentes de la capital desde mas haya de la edad media cuando los árabes nos dejaron su huella y la alcazaba, fortaleza y monumento querido por todos los almerienses, hasta que en 1883 se creo la provincia de Almería como tal.
La riqueza de Almería esta en sus gentes, sus barrios y sus pueblos costeros y de sierra, que dan mezcla de arte gitano, de pueblos vestidos de plástico o mármol, de desiertos donde el western lleno las pantallas de cines de grandes películas como Rey de reyes, los siete magníficos, por un puñado de dólares, la muerte tenia un precio...y un sin fin mas de ellas...también es mezcla de playas vírgenes, de sierras áridas y nevadas, y todo envuelto en sabor del mediterraneo y con un color especial que atrae a tanta gente a nuestra tierra.
Almeria ha sido lugar de ocupación de fenicios, romanos, cartaginenses, visigodos y musulmanes hasta la conquista cristiana. El indalo es símbolo de la ciudad y el indalete el muñeco que en 2005 dio colorido a los juegos del mediterraneo en donde fui participe como voluntario y hay que decir que gracias a eso la ciudad creció mucho a nivel europeo en conocerse y económico y deportivo para crecer, al igual que la Unión deportiva Almería de la que he sido abonado muchos años y que la siento como algo mío, y ojala siga muchos años en primera.
Almeria fue y será el principio y el fin de mi vida, no cambiaria Almería por ninguna ciudad, me encanta cos sus virtudes y sus defectos, su verano en la playa y su invierno en la sierra en el fuego de una chimenea caliente, su otoño de brisa fresca y su primavera que florece mas que en el campo en el corazón de su gente. Amo y amare siempre mi tierra y este escrito se lo dedico a ella por darme lo mas preciado que un ser puede tener, familia, amigos y una vida por delante con la mirada perdida en el mediterraneo, un mar de sueños por cumplir.
Me ha visto nacer y crecer durante mis 31 años, me vió dar mis primeros pasos por las aceras del parque Nicolás salmerón de la mano de mis abuelos, donde ya de pequeño divisaba el puerto pesquero donde he ido tantas veces de pequeño a pescar con mi padres y donde se puede ver el cable ingles, ese cargadero de mineral visitado y querido por mucha gente. También de pequeño paseé por las aceras de la catedral, esa fortaleza cristiana santo y seña de los que creemos que mas haya de esta vida nos espera un cielo con todos aquellos que nos han ido dejando y donde descansaremos en paz para siempre. Allí cerca de la catedral fue donde viví hasta que tuve un año y me traslade del centro a lo que empezaba a ser una nueva zona de grandes edificios llamada ahora nueva Andalucía pegada a la Avenida Mediterráneo, esa avenida travesía hacia arriba de tantos partidos en el Juan Rojas o las horas en el Hospital, y desde hace unos años camino del Alcampo entre compras y cines, la misma travesía hacia abajo que nos llevaba al Zapillo donde disfrute de mis primeros baños en el mediterráneo jugando con la arena de una playa que lleva mojando los sueños de las gentes de la capital desde mas haya de la edad media cuando los árabes nos dejaron su huella y la alcazaba, fortaleza y monumento querido por todos los almerienses, hasta que en 1883 se creo la provincia de Almería como tal.
La riqueza de Almería esta en sus gentes, sus barrios y sus pueblos costeros y de sierra, que dan mezcla de arte gitano, de pueblos vestidos de plástico o mármol, de desiertos donde el western lleno las pantallas de cines de grandes películas como Rey de reyes, los siete magníficos, por un puñado de dólares, la muerte tenia un precio...y un sin fin mas de ellas...también es mezcla de playas vírgenes, de sierras áridas y nevadas, y todo envuelto en sabor del mediterraneo y con un color especial que atrae a tanta gente a nuestra tierra.
Almeria ha sido lugar de ocupación de fenicios, romanos, cartaginenses, visigodos y musulmanes hasta la conquista cristiana. El indalo es símbolo de la ciudad y el indalete el muñeco que en 2005 dio colorido a los juegos del mediterraneo en donde fui participe como voluntario y hay que decir que gracias a eso la ciudad creció mucho a nivel europeo en conocerse y económico y deportivo para crecer, al igual que la Unión deportiva Almería de la que he sido abonado muchos años y que la siento como algo mío, y ojala siga muchos años en primera.
Almeria fue y será el principio y el fin de mi vida, no cambiaria Almería por ninguna ciudad, me encanta cos sus virtudes y sus defectos, su verano en la playa y su invierno en la sierra en el fuego de una chimenea caliente, su otoño de brisa fresca y su primavera que florece mas que en el campo en el corazón de su gente. Amo y amare siempre mi tierra y este escrito se lo dedico a ella por darme lo mas preciado que un ser puede tener, familia, amigos y una vida por delante con la mirada perdida en el mediterraneo, un mar de sueños por cumplir.
