...utilizo mas la memoria para recordar que para soñar...

Septimo cuento: la hormiga o la cigarra.


Desdichado a mis cuarenta y pocos años, utilizo mas la memoria para recordar que para soñar, me refugio en el pasado porque el presente es triste y el futuro demasiado lejano, y aveces tengo fuerzas para querer volver a sentirme vivo e ilusionado con esa idea me encuentro hoy.

En aquella epoca de juventud me sentia feliz, rodeado de tantos amigos como queria, enamorado de la vida y de las mujeres, disfrutando de todo aquello que queria sin pensar en el mañana, uno de esos carpe diem que crees que duraran eternamente, y te sientes bien y con animos para lograr cualquier cosa que te propongas porque te sientes tan fuerte que puedes con todo.

Hoy dia entiendo que era una felicidad real pero a la vez ficitica, y porque no decirlo por desgracia demasiado pasajera, pero envueltos en esa fragancia de bienestar y de paz no somos conscientes muchas veces de la verdadera realidad de las cosas, y no pensamos mas haya de lo que tenemos enfrente, que gran verdad es el carpe diem, pero tambien es cierto que debemos mirar aveces un poco mas haya del dia a dia, una mirada hacia el futuro que nos espera.

Pero realmente quien quiere ser consciente de las cosas o quien no quiere dejarse llevar por las buenas sensaciones sin pensar que habra mas haya de las mismas, yo creo que nadie, incluso aquellos que han caido dos veces con la misma piedra volverian a caer, porque realmente somos de una manera y es muy dificil cambiar y mas aun cuando llevas tantos años pensando y sintiendo de una misma forma.

Ahora busco ser feliz de nuevo, e intento por todos los medios que esa felicidad no esconda nada, que sea como una gran arbol, que sea puro de raiz, fuerte de tronco y me de la seguridad de que nunca nadie podra talarlo. Y crear una casa de madera en la parte mas alta donde poder divisar el horizonte y soñar con volar de nuevo en mi imaginacion y de la mano de aquella persona que quiera compartir mi vida sin reparos, sin lamentos, sin peleas, sin mentiras, sin lagrimas, y con una sonrisa cada mañana, cariños y mimos cada instante, que me haga sentir el hombre mas afortunado del mundo con tan solo una mirada, un beso y un te quiero.

Hoy a mis cuarenta y pocos he tenido un sueño, y lo agarrare con fuerza cada noche hasta el dia que despierte y se haga realidad.